Yoga

Yoga

Yoga integral

Del Hatta Clásico y Kundalini nace el Yoga Integral, una fusión maravilliosa para experimentar el yoga desde el cuerpo físico hacia lo más profundo de tu Ser.

YOGA INTEGRAL ofrece la posibilidad de adaptación de las prácticas y las técnicas, teniendo en cuenta las características de cada persona: edad, contexto cultural, social, situación física, psicológica, motivaciones, etc.

La práctica de ejercicios físicos, respiratorios y meditativos, es cuidadosamente diseñada para satisfacer las necesidades únicas y siempre cambiantes del practicante y de su situación particular.

Las asanas (ejercicios físicos) dinámicas y estáticas fluyen, sincronizadas con la respiración, para producir ciertos efectos beneficiosos en el cuerpo, la mente y las emociones.

Las asanas fortalecen la musculatura y la flexibilizan al mismo tiempo. La contracción isométrica incrementa la resistencia y la revascularización con efecto rejuvenecedor. Las posturas de pie y otras que aguantan el peso del propio cuerpo pueden incrementar la densidad ósea. Las asanas realinean el cuerpo, el cual, debido a las malas posturas y a la fuerza de la gravedad, se vuelve más asimétrico a lo largo de los años. Una mayor simetría a nivel postural ayuda a prevenir y aliviar tensiones, dolores y desgaste articular.

Una práctica regular suaviza las tensiones musculares y emocionales permitiendo una actitud mas relajada dentro y fuera de la sala de yoga. Hay un aumento de endorfinas (analgésicos naturales) en la sangre lo cual alivia el dolor y mejora el estado de ánimo.

Pranayama, los ejercicios respiratorios se amoldan a las necesidades del practicante llevándole a la dirección más beneficiosa. Controlan y ralentizan el ritmo de la respiración, aumentan en su profundidad e incrementa la capacidad pulmonar. Cada inspiración más lenta y más profunda trae un mayor aporte de oxígeno a las células.
Cada espiración más alargada desintoxica y relaja más eficazmente. Acabamos con una sensación de tener más energía en un estado más sereno.

La práctica del Yoga Integral facilita la creación de un espacio libre de presiones externas y el tiempo de calma necesario, según la situación particular del practicante, para poder escuchar a nuestro corazón y conocernos mejor desde nuestro lado intuitivo.